Crece el cementerio de los clubes venezolanos, Socopó es la nueva víctima

Atlético Socopó
Atlético Socopó pasó a formar parte del panteón de clubes venezolanos desaparecidos. El elenco llanero, que en seis años avanzó de tercera a primera división, descendió en 2017: su cupo terminó vendido al Libertador FC, en Caracas.

Los constantes intentos de fortalecer el torneo nacional sucumben ante la crisis, pero también frente a la desorganización de las directivas de los equipos. Desde 1957, año del inicio del torneo profesional venezolano en primera división, son 58 los equipos que han dejado de existir -73 si se toman en cuenta los cambios de nombres o denominación-, de acuerdo con el historiador deportivo Eliézer Pérez.

“En 60 años participaron 84 equipos, pero apenas 27 siguen con vida (…) los otros 58 dejaron de jugar por varias razones: problemas económicos, mala gerencia, pésimos resultados, líos judiciales”, explica Pérez en su blog sobre Historias y estadísticas del fútbol de Venezuela desde 1902.

Hoy, con las deudas inundando al Deportivo Anzoátegui, el cuadro oriental corre el riesgo de seguir los pasos del Socopó, salvo que algún grupo inversor se haga con el timón. Esta semana se conoció que Petroleros de Anzoátegui está cerca de comprar al Danz. A pesar de los impagos, los aurirrojos permanecen en la lista de los clubes que estarán en el Apertura 2018.

El presidente de la flamante Liga del Fútbol Venezolano, Rubén Villavicencio, ratificó la medida, en una conversación con el programa radial Conexión Goleadora: “Observamos con preocupación la omisión de la junta directiva de cara al torneo. Hay que recordar que tienen todo el derecho deportivo de participar en primera (…) Aquí se han hecho los mejores esfuerzos para que el Deportivo Anzoátegui no tenga un destino negativo como muchos clubes del país”.

Antonio Quintero es abogado deportivo, miembro del escritorio Jurídico Carrero & Quintero. Analizó para PANORAMA las razones de las desapariciones de los clubes en el país.

“El fútbol como deporte no produce suficiente dinero y el bolsillo de alguien siempre se cansa de invertir, especialmente en Venezuela. Vemos una serie de personas que, por alguna razón, se comprometió para sacar dinero y recuperó muy poco de lo sacado. De hecho, aquellos clubes que estaban consiguiendo ganancias, están consiguiendo menos. No se cansan, siguen allí por afición al fútbol… llegará un momento en que se cansarán”, considera Quintero. “Hay otros clubes que tienen muchísimas transferencias de jugadores venezolanos al exterior y reciben otra recompensa, pero no es mucha, porque mantener un equipo de fútbol es súper costoso”.

“El fútbol venezolano no es autosustentable, pese a todas las medidas que se han tomado. No hay una fuente de ganancia fija. Se apalea esa poca sustentabilidad con las transferencias internacionales, que cada día son más, pero no es algo certero. No sabes si al final del día lo venderás o no. Es un futuro incierto”, recalca Quintero.

Unión Atlético Maracaibo


Participar en la Copa Libertadores, el principal torneo continental de clubes en Sudamérica, no es una tabla de salvación, a pesar de los beneficios económicos: de 23 equipos que han estado, diez ya son parte del pasado: Deportivo Galicia, Sport Marítimo, Minerven, Valencia FC, UD Canarias, Atlético San Cristóbal, Deportivo Portugués, Lara FC, Pepeganga Margarita y el Unión Atlético Maracaibo.

Para la temporada 2007-08, la Federación Venezolana de Fútbol tomó la decisión de ampliar el torneo de diez a 18 equipos, con el interés de aprovechar los nueve estadios remodelados de la Copa América celebrada en el país.

De los 18 conjuntos presentes en esa edición, cinco desaparecieron o cambiaron de denominación: Unión Atlético Maracaibo, Guaros de Lara, Deportivo Italia, Unión Lara y Estrella Roja.

“El tema es educar y fiscalizar, no solo en lo deportivo, sino como sociedad”
, considera Ignacio Benedetti, periodista y colaborador venezolano de la revista especializada The Tactical Room. “Si bien durante mucho tiempo el Estado –tanto el central como los regionales y locales- fue el padre de los gastos, hoy no lo es, ya es un cambio interesante. No obstante, aparece la figura de GolTV, que entrega un dinero, pero sin posibilidad de fiscalizar qué hacen los clubes con ese dinero (…) en el fútbol nunca ha existido una responsabilidad judicial”, apunta el analista, haciendo la salvedad del escándalo Fifagate y la función de la Justicia norteamericana.

“En el fútbol nadie rinde cuentas”, insiste Benedetti. “Los dirigentes no dan respuestas y terminan perdiendo los hinchas y los jugadores a los que no les pagan. El fútbol es representación de la sociedad: debe haber un cambio y un castigo, no solo legal, sino una señalización”.


Minerven


Zulia FC el mejor ejemplo de cómo sobrevivir a la crisis con la inversión privada con conocimiento deportivo, los éxitos futbolísticos y la venta de jugadores. Hasta 2014, el conjunto petrolero pasó de vivir de las rentas públicas a pasar a las manos de empresas sin experiencia en el balompié nacional. La preocupación por su continuidad estuvo en la palestra.

Pero la llegada de César Farías a la presidencia en 2015 le dio un nuevo aire: hoy el negriazul es uno de los clubes que más futbolistas ha exportado en los últimos dos años.

“El potencial exportador del Zulia ha quedado comprobando. No es un dato menor. Venezuela se ha convertido en un país exportador de talento, pero el Zulia está a la cabeza”, indicó a este diario Manuel de Oliveira, vicepresidente del negriazul. “Comenzó con Manuel Arteaga, Grenddy Perozo fue a Europa tras su paso por el Zulia, Savarino primero estuvo a préstamo y luego ejercieron la opción de compra, Junior Moreno, Yohandry Orozco, Andrés Montero cuando se fue a Albania, luego otros futbolistas que están hoy en otros clubes de Venezuela. Este año seguiremos vendiendo, pero sin dejar de ser competitivos, para trascender y pelear por títulos. Producimos talento propio y siempre tendremos jugadores para renovarnos”.

Para Quintero, “el contexto económico del país está muy contraído, la crisis afecta todo y hace que la gente no quiera invertir. La fuente directa en el fútbol venezolano era el patrocinio público o privado, pero no era una fuente externa. La interna era el dueño poniendo dinero de alguna de sus empresas. Y debería ser externa, porque poco a poco estás consumiendo tus reservas, tus ahorros: inviertes, pero no produces”.

Deportivo Galicia


“La televisión no da suficiente dinero para que los clubes se mantengan. ¿Cómo tener dinero desde afuera? Hacerte atractivo para otros mercados. Trata de vender tu producto a otros países que tengan un fútbol de menos evolución, que te paguen buenas cantidades. La de Venezuela es la inflación más grande del mundo y necesitas una forma de producir en moneda dura de forma consistente, cosa que no te dan suficientemente las transferencias de jugadores”, apunta el abogado deportivo.

En la década de 2010 apenas tres equipos han desaparecido tras pisar la primera división, una cantidad reducida si se compara con décadas anteriores. ¿Lo peor? El mal sigue vivo. ¿Cuándo llegará la estabilidad total?

Décadas infames
La peor década para los equipos de fútbol venezolano fue la de los 90: 20 cambiaron de nombre o simplemente desaparecieron, de acuerdo con los datos del historiador deportivo Eliézer Pérez. Desde 1957: en los años 50, cuatro; en los 60, 13; en los 70, 10; en los 80, 12; en los 90, 20; en la década del 2000, 11; en la de 2010, tres.

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